8.07.2013

8.05.2013

Tiempo muerto

Tiempo muerto cielo, ya me ha dolido demasiado. Es hora de vivirme un poquito; hecho de menos el calor del sol, disfrutar de una mañana de resaca o mirarme al espejo continuamente a ver si se me ha corrido el maquillaje de tanto vivir. Prometo volver pero si no lo hago no te preocupes, probablemente me halla enganchado a esos amores de portales donde un beso no es mas que el inicio de un viaje al cielo.
Si me echas de menos búscame, 
estaré a dos calles de todo lo que fuimos.

8.03.2013

¿Inapropiado quizá?

"[...] Pero Lucy, tienes que admitir que siempre se te dio mejor actuar que ser sincera."

7.31.2013

No muerde, engaña

Venenoso y ardiente cual canto de Sirena.
Necedad era su nombre
-persona que nadie fue capaz de domar,
lobo aullante disfrazado de libertad-,
avanza intrépido desbaratando sueños de mediocridad
(muerte le debía una partida que nunca supo ganar,
caminar incesante sin pasado ni piedad).

Mago astuto que vigila tus pensamientos cauteloso de nunca perderse en ellos, consiguió acercarse al olvido sin perecer -don maldito si sientes; gran proeza si razonas-, viviría por ti si tus alas no fueran de oro marchito. Incapaz de huir camina a tu lado, puedes sentir su presencia pero nunca te pertenecerá, olvídalo. Si te humilla no desesperes; volverá a sonreír. Seguramente no sepa callar tu verdad pero escuchará tu silencio y abandonarás -que te juzguen nunca supo tan mal-. Ante ti se arrodilla el paraíso complaciente aunque no su serpiente, oscura señal. Hoy es futuro, mañana noche agonizante, recuerdos envenenados transformados en dulzura si inteligencia hace gala de su ausencia. Locura llama a tu puerta, ha trepado por arboles de odio para llegar hasta ti, no tienes la llave, una lástima ¿verdad?. Si le abrazas se desvanecerá, quizá solo fue una larga pesadilla y nunca estuvo ahí, quizá si y la clave estaba dentro.

Para cuando te des cuenta ya será tarde: No muerde, engaña 
-normal, nadie sabe cuando tiene que salvarla-.

7.24.2013

Adiós Abril

Es tan típico comprimir todo lo que sentimos en un Noviembre, Enero o Julio que una vez me dije que nunca lo haría. Supongo que a todos nos llega el momento en el que tenemos que tragarnos nuestras palabras o, dicho de otro modo, rectificar –como los buenos sabios-. Y es que ahora, después de tanto, solo puedo llamarte Abril y decirte que hay un momento en el que todo termina. No voy a mentirme ni mentirte; sigo pensándote en cada renglón que escribo, en cada sueño que no termino pero el tiempo pasa y me he dado cuenta –quizá tarde, quizá demasiado pronto- que no hay nada que pueda arreglar este descosido que me hiciste a conciencia y sin prisa.
Ya no duele saberte lejos viviéndote sin mí ni pensar que ya no me escribes –porque, para ser sincera, nunca me preocupó si había otra en tu cama pero sí si la había en tus letras- y supongo que eso quiere decir algo. No que te olvidé porque se que nunca lo haré - ni quiero-, si no que a todo le llega su final y hoy estoy segura de poder ser sin ti.


Adiós Abril, un placer habernos conocido

7.23.2013

Cristales rotos

No era una pesadilla, aunque, según su parecer bien lo podría haber sido; por primera vez estaba él solo frente al espejo. Él y nadie más, nadie a quién juzgar, nadie a quién sacar defectos o virtudes, solo él.  Y, aunque le daba pavor la idea de mirarse, llegado el momento tuvo que hacerlo. Comenzó por sus manos, eras las de un monstruo se dijo, para mi eran perfectas, fuertes y duras pero algo delicadas a la vez, claro que yo no veía lo que él; lo que había detrás. Pensó en cuanta sangre habían derramado y, como respuesta, una punzada de culpabilidad recorrió su cuerpo. Pero ese sentimiento desapareció cuando, sin poder soportarlo más, desvió su mirada hacia su boca. Fría y despiadada daba voz a los pensamientos más crueles que su mente podía crear, su verdugo particular; podía destruir a quién quisiese en cuestión de segundos. Lo que nadie podía imaginar es cuan placer le daba aquello, se detuvo un segundo más de lo esperado regocijándose en aquel sentimiento cuando algo cambió; ¿Cómo había podido consentir terminar convertido en eso?. Y como respuesta inconsciente sus ojos cambiaron de dirección hacia su piel. La odiaba, lisa y perfecta, no había en ella rastro alguno de cicatrices que pudieran adivinar los golpes y heridas que un día la invadieron; culpables ausentes. Largo tiempo pasó frente a aquel espejo, torturándose. Sabía como terminar con aquello pero no se veía capaz de hacerlo, tenía miedo de lo que sus ojos pudieran reflejar, podía haber en ellos tantas cosas… ¿Y si se había equivocado de camino?, ¿Y si en realidad no era lo que el resto de su cuerpo condenaba? O si, ¿y si era todo aquello y más?, ¿Cuántos errores había cometido?, ¿Cuántas oportunidades había dejado pasar?, ¿Había cumplido con los designios que le marcaban su destino o se había equivocado en sus decisiones?. Inmerso en sus pensamientos, en sus miedos y fantasías el tiempo se hizo infinito, pero no él, que acabo consumiéndose.

7.03.2013

Seguro que no más que yo

Seria un mensaje tuyo diciendo "¿En 5 min en el parque?" lo que me salvaría el día. Ese parque en el que hablábamos de ser inmortales y jugábamos a ser Dios; parece que él no estaba de acuerdo porque hoy el parque está vacío y, a juzgar por su aspecto, te hecha de menos
...seguro que no más que yo.

6.26.2013

Dejando un rastro de migas

Llegados a un punto en el que ninguno apostábamos por un "nosotros" el destino -caprichoso cuanto menos- se encargó de que recordásemos la magia, las conversaciones, la dulzura y paz de cuando eramos dos.
Y fue en ese preciso momento en el que decidiste escribirme cuando todo volvió a su lugar: el sol, las calles, la gente y las palabras. Es curioso pero casi se pudo escuchar ese "click" que se oye cuando dos piezas encajan por fin, dispuestas a no soltarse jamás; sabiendo que ese es su lugar.
Bailé largo tiempo con la muerte;
alegre y juguetona
llegué a olvidar que ese no era mi lugar

6.18.2013

Que si muriese lo haría por ti

Que ya no quiero saber nada de ti, de tus besos ni de tus dulces caricias. Que no quiero oír hablar de amor, ni de eternidades juntos. Que entre tus brazos solo encuentro muerte y es tu silencio el que me rompe en mil pedazos. Que nunca fui lo bastante buena para ti, que tu cabeza va a mil por hora y la mía a 23 al día. Y si tengo que perderme no quiero hacerlo entre tus palabras, que mientes más que hablas, que miras y condenas. Que son las horas en tu ausencia las que más pesan y si lloro es porque es lo único que queda de ese nosotros invencibles. Que no puedo odiarte más que amarte.
Que te largaste dejando todas mis creencias en el punto de mira, restándole valor a todo lo que hice por ti, que si mentí fue por no ser capaz de ver tu espalda mientras marchabas a los brazos de una dama que contigo se llevo mi sonrisa. Que fuiste tú y tus defectos -esos que tanto odiabas-  los que yo no quería ver desaparecer entre nubes de humo. Que fue tu clavícula la que me enamoró, que fueron tus besos en mi cuello los que me hacían perder el control y tus caricias las que me hicieron querer atarte a mí.
Que nunca tuvimos banda sonora y sin embargo ahora te encuentro en cada canción, en letras que hablan de odio, de amores, de sueños, de soledad y paz… y es que tú eres todo eso y más. Eres amaneceres que quiero revivir, olores que ya no logro recordar y sonrisas que no nos dedicamos. Que eres todo eso y más. Eres magia, conversaciones nocturnas, orgullo perdido, recuerdos marchitos… que eres todo eso y más.
¿Y yo? ¿Qué soy yo sin ti? Nada, páginas en blanco, letras con más mentiras que verdad, lágrimas sin sentido, días oscuros y noches aún más oscuras. Un poco de tristeza y otro poco de ganas de vivir, de sueños por cumplir, de carreteras que quiero recorrer, de cafés recién hechos, de amores de portales y gritos en la cama... pero tu eres todo eso y mucho más.

Que ya no te quiero ver, que ya estoy cansada, que eres más listo que yo y no te encariñaste. Que ya no te quiero ver, ni a ti, ni tus ojos, ni tu sonrisa, que ya ni tan siquiera quiero pisar las calles por las que ayer caminábamos juntos. Que te olvidé, que no te necesito, que soy feliz sin ti… que ya no se qué hacer, que no paro de mentirme, que si aparecieses frente a mi moriría, que si me dedicases un hola te pediría perdón por todo el daño que me has hecho, que no se ser sin ti.

6.17.2013

Poema 20

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

-Pablo Neruda-

6.15.2013

Te habría querido toda la vida


"Y en la más absoluta soledad sigo creyendo que quizá,
un día de estos en los que llueve sin razón,
acabarás por regresar y devolverme 
el olor a un infinito juntos"

6.12.2013

Déjame que te cuente

Nadie fue importante para él, nunca. Aunque eso es algo que muchos olvidaban y otros tantos se empeñaban en no creer... he de admitir que no les culpo, si lo observabas un segundo podías ver en sus ojos magia, humildad y paz. Pero en realidad drogas, pasión y muerte le definían bastante mejor. Incapaz de sentir miedo se doblegaba ante sus deseos más impuros y no dudaba en desafiar a la muerte cada vez que se le aparecía la oportunidad. Quién le conocía no tardaba en tacharlo de "alma perdida", ¡Já!, cuan se alejaban de la realidad... 

5.21.2013

Desnudar el alma

Y es en esas veces
que nos da por desnudar el alma
cuando descubrimos
la verdad de las cosas.
Descubrimos que no hay
amor sin odio
y que el odio es lo que queda cuando
el amor desaparece a partes desiguales.
Descubrimos que una mirada
puede guardar tantas mentiras como puedas ver
y la mitad de verdades que creas al 100%.
Que un saludo puede ser una despedida
y una despedida el saludo más cruel.

Y lo irónico de esto es que
una vez has desnudado el alma
nunca más la puedes vestir
porque ya no te pertenece,
y aún así sigue vestida ante los demás.
Y ahí es cuando decides
no volver a quitarte una prenda ante nadie más.
Pero, después de mucho pensar y mucho pasar
aparece alguien para romperte los esquemas;
un reflejo, la misma situación

4.09.2013

Una respuesta

Tus manos me desvelaron una vez mas
recordando abrazos,
palabras que hoy considero vacías 
y besos que se empeñaban en ser eternos.
Todo eso sucedió antes de que 
estallará la tercera guerra mundial...
Maldito frío
que me hace temblar 
y ser todo lo que soy.
Maldita ciudad
que me recuerda cada sueño perdido.

Y una vez más me invadió la necesidad
de un dolor real
que fuera más allá de tu ausencia.
Me tragué mi orgullo 
y desnude mi mente
buscando los despojos 
de todo cuanto fuimos.

4.02.2013

LOSER


No cuenta... ¿o si?

Cansada de mi, del mundo, de reír, de llorar, de sentir y de no sentir. De no ser quién soy y de ser todo lo que soy, de la gente y de no conocer gente. De tu ojos y de la falta de ellos, de saber y no entender lo que fuiste para mi. De asfixiarme y de respirar mas de lo que debo, de correr y no moverme. De mis cadenas y de tus alas de plomo, de tu presencia y de mi estúpida ausencia. De elevarme y caer al mismo tiempo, de luchar y de ser incapaz de levantar la espada. Del tiempo y de no escuchar su tic-tac, de que dispares y que la pistola no esté cargada. Pero sobre todo estoy cansada de tus mierdas de mentiras. Aun así no hay motivos para preocuparse, como ya te dije: soy feliz. Y es que aunque a veces sea incapaz de contener unas lagrimas estas no cuentan si una sonrisa se dibuja en mi cara por casualidad.