Que ya no quiero saber nada de ti, de tus besos ni de tus dulces
caricias. Que no quiero oír hablar de amor, ni de eternidades juntos. Que entre
tus brazos solo encuentro muerte y es tu silencio el que me rompe en mil
pedazos. Que nunca fui lo bastante buena para ti, que tu cabeza va a mil por
hora y la mía a 23 al día. Y si tengo que perderme no quiero hacerlo entre tus
palabras, que mientes más que hablas, que miras y condenas. Que son las horas
en tu ausencia las que más pesan y si lloro es porque es lo único que queda
de ese nosotros invencibles. Que no puedo odiarte más que amarte.
Que te largaste dejando todas mis creencias en el punto de
mira, restándole valor a todo lo que hice por ti, que si mentí fue por no ser
capaz de ver tu espalda mientras marchabas a los brazos de una dama que contigo
se llevo mi sonrisa. Que fuiste tú y tus defectos -esos que tanto odiabas- los que yo no quería ver desaparecer entre
nubes de humo. Que fue tu clavícula la que me enamoró, que fueron tus besos en
mi cuello los que me hacían perder el control y tus caricias las que me
hicieron querer atarte a mí.
Que nunca tuvimos banda sonora y sin embargo ahora te encuentro
en cada canción, en letras que hablan de odio, de amores, de sueños,
de soledad y paz… y es que tú eres todo eso y más. Eres amaneceres que quiero
revivir, olores que ya no logro recordar y sonrisas que no nos dedicamos. Que eres
todo eso y más. Eres magia, conversaciones nocturnas, orgullo
perdido, recuerdos marchitos… que eres todo eso y más.
¿Y yo? ¿Qué soy yo sin ti? Nada, páginas en blanco, letras
con más mentiras que verdad, lágrimas sin sentido, días oscuros y noches aún
más oscuras. Un poco de tristeza y otro poco de ganas de vivir, de sueños por
cumplir, de carreteras que quiero recorrer, de cafés recién hechos, de amores
de portales y gritos en la cama... pero tu eres todo eso y mucho más.
Que ya no te quiero ver, que ya estoy cansada, que eres más
listo que yo y no te encariñaste. Que ya no te quiero ver, ni a ti, ni tus
ojos, ni tu sonrisa, que ya ni tan siquiera quiero pisar las calles por las que
ayer caminábamos juntos. Que te olvidé, que no te necesito, que soy feliz sin
ti… que ya no se qué hacer, que no paro de mentirme, que si aparecieses frente
a mi moriría, que si me dedicases un hola te pediría perdón por todo el daño
que me has hecho, que no se ser sin ti.