1.12.2015

Otra vez aqui

Vuelven los días de sobrevivir echándole el alma en el intento. De despertar por costumbre no por decisión. Los de beberme la vida en todos los chupitos que me encuentre o que me quieran regalar, los de verme borrosa en el espejo y añorarte sin prisa ni gracia. Esos de llorar por las esquinas, por los ascensores o por la vida. Vuelvo a no creerme el calor del Sol ni el vuelo de las gaviotas ni, maldita sea, mi fuerza.
Y me gusta. Me gusta deshacerme en medias historias, medias tintas y todas las verdades absurdas, siempre dichas a la cara. Un poco de emoción, o toda, siempre me ha enamorado. Nunca se me ha dado bien eso de esperar sentada a que pase algo, contando los minutos que quedan para que llegue el huracán. Prefiero ir a buscarlo yo misma y soltarle "Eh! Estoy aquí! Ven! Ya veras que divertido cuando me destruyas". Siempre me han gustado los "echarle el alma a hostias y empujones". Me encantan.

Pero más me encantas tú y por ti dejaria todos los huracanes y las guerras, aunque eso significase convertir el resto de mi vida en una absurda silueta sentada en una hamaca frente al mar. Siempre cogiéndote la mano. Siempre.