6.26.2013

Dejando un rastro de migas

Llegados a un punto en el que ninguno apostábamos por un "nosotros" el destino -caprichoso cuanto menos- se encargó de que recordásemos la magia, las conversaciones, la dulzura y paz de cuando eramos dos.
Y fue en ese preciso momento en el que decidiste escribirme cuando todo volvió a su lugar: el sol, las calles, la gente y las palabras. Es curioso pero casi se pudo escuchar ese "click" que se oye cuando dos piezas encajan por fin, dispuestas a no soltarse jamás; sabiendo que ese es su lugar.
Bailé largo tiempo con la muerte;
alegre y juguetona
llegué a olvidar que ese no era mi lugar

6.18.2013

Que si muriese lo haría por ti

Que ya no quiero saber nada de ti, de tus besos ni de tus dulces caricias. Que no quiero oír hablar de amor, ni de eternidades juntos. Que entre tus brazos solo encuentro muerte y es tu silencio el que me rompe en mil pedazos. Que nunca fui lo bastante buena para ti, que tu cabeza va a mil por hora y la mía a 23 al día. Y si tengo que perderme no quiero hacerlo entre tus palabras, que mientes más que hablas, que miras y condenas. Que son las horas en tu ausencia las que más pesan y si lloro es porque es lo único que queda de ese nosotros invencibles. Que no puedo odiarte más que amarte.
Que te largaste dejando todas mis creencias en el punto de mira, restándole valor a todo lo que hice por ti, que si mentí fue por no ser capaz de ver tu espalda mientras marchabas a los brazos de una dama que contigo se llevo mi sonrisa. Que fuiste tú y tus defectos -esos que tanto odiabas-  los que yo no quería ver desaparecer entre nubes de humo. Que fue tu clavícula la que me enamoró, que fueron tus besos en mi cuello los que me hacían perder el control y tus caricias las que me hicieron querer atarte a mí.
Que nunca tuvimos banda sonora y sin embargo ahora te encuentro en cada canción, en letras que hablan de odio, de amores, de sueños, de soledad y paz… y es que tú eres todo eso y más. Eres amaneceres que quiero revivir, olores que ya no logro recordar y sonrisas que no nos dedicamos. Que eres todo eso y más. Eres magia, conversaciones nocturnas, orgullo perdido, recuerdos marchitos… que eres todo eso y más.
¿Y yo? ¿Qué soy yo sin ti? Nada, páginas en blanco, letras con más mentiras que verdad, lágrimas sin sentido, días oscuros y noches aún más oscuras. Un poco de tristeza y otro poco de ganas de vivir, de sueños por cumplir, de carreteras que quiero recorrer, de cafés recién hechos, de amores de portales y gritos en la cama... pero tu eres todo eso y mucho más.

Que ya no te quiero ver, que ya estoy cansada, que eres más listo que yo y no te encariñaste. Que ya no te quiero ver, ni a ti, ni tus ojos, ni tu sonrisa, que ya ni tan siquiera quiero pisar las calles por las que ayer caminábamos juntos. Que te olvidé, que no te necesito, que soy feliz sin ti… que ya no se qué hacer, que no paro de mentirme, que si aparecieses frente a mi moriría, que si me dedicases un hola te pediría perdón por todo el daño que me has hecho, que no se ser sin ti.

6.17.2013

Poema 20

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

-Pablo Neruda-

6.15.2013

Te habría querido toda la vida


"Y en la más absoluta soledad sigo creyendo que quizá,
un día de estos en los que llueve sin razón,
acabarás por regresar y devolverme 
el olor a un infinito juntos"

6.12.2013

Déjame que te cuente

Nadie fue importante para él, nunca. Aunque eso es algo que muchos olvidaban y otros tantos se empeñaban en no creer... he de admitir que no les culpo, si lo observabas un segundo podías ver en sus ojos magia, humildad y paz. Pero en realidad drogas, pasión y muerte le definían bastante mejor. Incapaz de sentir miedo se doblegaba ante sus deseos más impuros y no dudaba en desafiar a la muerte cada vez que se le aparecía la oportunidad. Quién le conocía no tardaba en tacharlo de "alma perdida", ¡Já!, cuan se alejaban de la realidad...