2.20.2016

A punto estuve.

Sería tan fácil, tan sencillo, una palabras y enviar, listo, tú de nuevo, aquí, todo. ¿Qué daño puede hacer un hola? Mucho me digo, han pasado años, todo ha cambiado, tu y yo hemos cambiado. Núnca los número tuvieron tanto sentido como entonces ¿y ahora? Ahora mi número es el X, es lo que soy, se fueron los 23, los 8 y los 21, ya nada importa que el 6 fuera matriz o el 103 mi destino. Porque yo ya no soy eso, ni tú tampoco. ¿Y qué digo ahora si ya he ultilizado todas las palabras y rincones para describirte olvidando que tu nunca fuiste ninguna de ellas? Solo una cosa más: la distancia es segura; la vida nunca lo es.