5.04.2015

Dentro de mi


escriba: no puedo escribir esta historia como yo quisiera
escriba: dentro de mí está lo más salvaje que he cazado
escriba: los niños se ríen mientras corren y el mundo se abre por ambos lados
escriba: si uno de esos niños viniera con una presa en la mano, con un pájaro criado en el mismo cielo que lo soporta, si el niño viniera con unos ojos vacíos que nada esperan de una madre muerta, ofreciéndote la presa aún caliente, no en la boca, no entre los dientes, no sangrante, si te dijera encárgate tú ahora, encárgate tú de su corazón y de sus ojos, podrías soportar la pena
escriba: pena
escriba: observo el cielo como una idea que se repite
escriba: el cielo se me cae de las manos sin hacer ruido
escriba: vacío, vacíos, los ojos del niño están vacíos, en sus ojos el niño está solo, escriba y diga en voz alta el corazón del niño es una jaula porque el niño es un cazador y dentro está lo más salvaje que ha cazado
escriba: el corazón del niño es ahora un soldado con la cabeza rapada que pisa el mundo con los pies encendidos, prende innumerables flores erguidas y desnudas -adelfas, escaleras de jacob- y puede que algunas tardes de verano juegue a la rayuela en la tristeza como en la arena de una costa vacía, con los brazos extendidos, las palmas de las manos abiertas, como alas
escriba: durante la noche el corazón del niño permanece en el pecho de su madre muerta o de su estrella como si las estrellas no estuvieran lejos
escriba: no puedo escribir esta historia como yo quisiera
escriba: hay niños que ríen mientras corren y otros que cantan
escriba: el niño de esta historia guarda silencio en silencio
escriba: el silencio es el animal más peligroso que conozco