Como me gustaría equivocarme. Una vez. Contigo. Y cometer errores. Contigo. Como me gustaría que la ligereza se quedara a vivir. Una vez. Y para siempre. Contigo y conmigo. Pero no. No puede ser. Contigo. Tu nunca eliges ese camino. Conmigo. Te gusta la vuelta y media que le puedes dar a todo. Y sentir la pesadez. Conmigo. Porque así crees tener el control. De nuevo, conmigo. Pero no. La pesadez en verano agobia. Para mi. Y ahoga. Para mi. Y aburre. Para mi.
Como me gustaría tocar, desear. Contigo. Sentir. Contigo. Temporalmente. Como todo lo es contigo. Nunca me quedaría a vivir. No. Contigo. Abrazarte. Contigo. Temporalmente. Solo temporalmente. Contigo. Nunca me quedaría a vivir. Contigo. Entiéndelo. Yo sola me quedo. Conmigo. De verdad te quiero. Pero no conmigo. De verdad te abrazaría la fuerza. Y las babas. Y las sábanas. Pero no me quedaría contigo. Entiéndelo. Te amo. Conmigo. Pero solo dentro de un concepto de tiempo y espacio. Contigo. En tu casa. En tu cama. Contigo y conmigo. Siendo uno. No después. Ni antes. Y sin eso no te quiero. Ni contigo. Ni conmigo.
Te quiero. Repito. Conmigo. Pero solo como parte de un momento, conmigo, que termina cuando me despido. De ti. Como parte de un momento y espacio. Repito. De nuevo. Contigo. Personal. Cara a cara. Contigo y conmigo. No paso de ti por chat. Solo es que no te quiero. Por chat. Y estoy siendo. Conmigo. Y si, es amor. Amor contigo. Y amor conmigo. Amor con lo que tengo que hacer y vivir. Conmigo. Y amor por lo que hacemos juntos. Contigo.