Conozco a alguien,
alguien que sabe que la vida es un círculo,
una sucesión de constantes,
él ve los patrones, sabe como es el amargo contoneo de la vida.
Y no huye, lo abraza
esperando así que vuelva otra vez,
que el universo le traiga de vuelta lo que ama.
Alguien, esa chica y luego yo.
Alguien, esa chica y luego nada.
No va así, yo no vuelvo porque te has convertido en nada,
nada por lo que merezca la pena volver,
y no solo por eso, tamién por el resto, el aburrimiento
y los nervios de no creer en el primer amor dos veces.