Te miro y lo veo. El futuro, a nosotros, cada uno por su lado; nos cruzamos y ni una mirada; nos presentan de nuevo y nada existe. Lo veo, venir, llegar, ganar, llevarselo todo, ya ha pasado antes, ¿lo recuerdas?. Encuentro los sintomas, todo, igual, las palabras y los gestos, hemos cambiado pero somos tan iguales, tan condenados a repetirnos una y otra vez. Tan intensos, interesantes y aburridos al tercer día, tan de abrazarnos y olvidarnos al segundo de volar, tan de cama como de entendernos la distancia. Yo tan de saber la verdad y tu tan de mentir, yo tan de ver lo que seria y destruirlo, tu tan de disfrutar y dejar que yo lo rompa. Y, ahora, resulta que estamos aquí otra vez, frente a frente y nada nos separa excepto el pasado tan queriendo repetirse.
¿Nos sobreviviermos esta vez? ¿Te encargarás tu de no dejar que lo rompa? ¿Me encargaré yo de no dejarme llevar por un aborrecimiento que no es real? ¿Nos encargaremos esta vez de tendernos manos en vez de puños?
