7.24.2015

Resaca

El mundo se ha convertido en mil palabras, cada una más grande que otra y yo estoy aquí, aferrada a una intentando vivir sin sentirme mucho y estallando de felicidad de esa de los chinos. De esa de los chinos que dura un día mal hecho no de esa de los chinos de la vida y su filosofía que dura para siempre. No. De esa no. Esa te la dejo a ti que seguro que sabes como desperdiciarla mejor que yo. Total, ya nadie te hecha de menos, las golondrinas han encontrado otro Sol que alumbra más y quema menos y yo hace tiempo que alcé la zarpa a modo de despedida y aunque me resistí a bajarla una y otra vez ya no está ahí.

El tiempo ha cambiado, trae vientos del sur, el amor ha cambiado, trae el aliento de la muerte en una fria brisa. Sonríe y me dice que el amor no es para cobardes así que me resigno a no encontrarme en nadie e ir a comprar otro de esos tarritos de felicidad que se esnifan solo para sonreír por casualidad. Quiero ver dragones, quiero volar entre dragones digo haciendo equilibrio en la barandilla de la vida. Un octavo piso. Nunca se lo he dicho a nadie pero tengo vértigo, me mareo y tengo tendencia a caer pero qué mas da, la valentia se comió a ese miedo hace tanto que ahora es solo costumbre y yo lo que quiero es volar repito, como los dragones, ver alucinaciones y cantar sus canciones de ritmo y vida, de colores y vientos. De cambios, de esperanza, de sueños vividos, de resacas al sol. De vómitos, sueños desgastados, unos gritos, lágrimas y, al final, sueños rotos, de esos que parecen de verdad con felicidad del todo a cien pero que puestos bajo la luz de la casa que ahoga, el grifo que gasta y el alma que gotea no son más que marquesinas resquebrajadas dispuestas a caer matando a alguien en su vuelo. Por fin libres. Como yo, como las gaviotas o como el Sol, vamos, una mierda de libres. Podríamos turnarnos gaviota, yo pesco y tu bañas el mundo con esas lágrimas que llevas atragantadas desde que viste que el mundo ya no es lo que era cuando vivias león. Tu risa, gaviota, ya no es lo que era. "El calor del Sol que no arropa". Será eso, el calor del Sol, que no arropa, en pleno julio visitando a agosto ¿Y de quién es el problema? ¿Del mundo o solo mio? ¿Queda algo de esperanza o solo un poco de vuelo desde el octavo piso para luego estrellarse contra el suelo en una mueca obscena al dolor? "Que te follen". Que lo sientan ahora otros por mi que yo ya lo he llevado tanto tiempo que se me desparrama de entre las manos y las lágrimas ya no sirven. Felicidad de todo a un euro vuelvo a ti. El asfalto dice que no quiere mi dolor sino mis pies, piensa ir a buscar su principio. "Todos los caminos llevan a Roma" digo. Pero romA está en crisis y no hay rescate que valga. Ni todo el dinero del mundo podría salvarnos de la catástrofe, ni todas las sonrisas del mundo podrian salvarnos del dinero y aunque tampoco todo el dolor del mundo puede salvarnos de las sonrisas estas no cuentan si son de las de Made in. De las de este es mi cochazo, esta es mi pedazo de casa y esta es mi pedazo de vida de ensueño, disfrútala tu, saboreate en la envidia que yo ya no logro hacerlo asi que compraré una casa más grande, esta con piscina solo para poder ahogarme en ella y pagarla con una bocanada de histeria atada a tu risa que ya no recuerda la última vez que fue inmortal. Felicidades. Lo tienes todo. Puedes pudrirte en el flamante asiento de tu Porche, quien soy yo para juzgarte si mi felicidad puede que no ate y sea más barata pero igual no es de esas de final feliz. Puede que te la hayas guardado toda para ti, hombre-gato, cuéntame como son las vistas desde el Himalaya en esa visión de tu vida en mi cama. Si, lo se y no lo he olvidado. Se siente. Pero yo ya no. Yo ya no soy esa. Que decepción ¿verdad? Pero se lo que vas a decir y no, yo no soy como tu. Ni siquiera como yo. Que viento de vida verme cantar a toda voz ¿verdad?. Un aliento de muerte no sentirlas llegar ¿verdad?. Puede que toque cojer otro barco, otra dirección, otro puerto con putas mas interesantes al brillo de la madrugada que solo una botella te puede dar. A ese billete te invito yo pero enrrollalo y esnifa cada segundo porque si en el mundo hay 100 puertos y has visitado 99 no te quedan muchos más, piénsalo, haz las cuentas, saca la matriz del amor y dime en cuantos puertos has vivido. Corre a él y quémalo que ahí ya no te quieren ver, por cabrón, a ese billete pagan los recuerdos. Saborealos que serán la última vez. Todos nos hacemos viejos y el mundo es muy pequeño, las reglas finitas y la felicidad caduca. Felicidad del todo a cien. A este billete invitas tú. A tu salud Universo, ahora te cuento un chiste para que dejes de llorar.
El plan secreto era salvar el mundo, lo se, pero no puedes ayudar a alguien que no quiere ser ayudado, a veces dudo de si puedas hacerlo a alguien que si quiera. Alguien abierto al cambio. Luego veo la carcel en sus ojos e intento no responderme ni volver a mirarme en el espejo el resto del día por si acaso pudiera ver algún atisbo de algo parecido a una cadena. Porque yo soy libre. ¡Libre joder!. En la barandilla del octavo piso el alma sigue sonando a algo inmortal capaz de morir en un segundo. ¡Libre joder!¡Con toda el alma! Pero no soy gaviota y el vuelo es tan corto como el sonido contra el asfalto. Que les duela a otros.